LEl cambio real no llega a través de la retórica política, sino a través de la acción inmediata. Porque la verdad es un reino sin senderos. No pertenece a ideólogos, científicos, psicólogos o políticos.
Debemos tener una propensión al cambio, para salir de la esfera redundante de las repeticiones inconscientes. Por lo tanto, debemos lograr una revolución interior instantánea, a través de una conciencia trascendental. Esta revolución plenaria, una verdadera transmutación alquímica, es un cambio del momento.
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