Quamina fue capturada en africa. Él y su hijo lideraron la Rebelión de Demerara en 1823, una de las revueltas de esclavos más grandes de las colonias británicas. Según los historiadores, Quamina y su madre fueron capturadas en África a mediados del siglo XVIII. Su madre murió en las plantaciones en 18. Quamina había aprendido a leer y escribir. Gracias a su inteligencia, a su sabiduría, fue respetado por varios esclavos. Quamina conoció a una esclava que fue liberada por su amo llamada Peggy con quien tuvo a su hijo Jack. Como Quamina estaba a las órdenes de varios amos, muchos lo trataban como a cualquier esclavo, lo humillaban y golpeaban. Una vez lo golpearon tan brutalmente que quedó paralizado y no pudo trabajar durante seis semanas. Sus amos lo obligaron a trabajar. En 1817, cuando Peggy enfermó gravemente, todavía se veía obligado a trabajar todo el día, todos los días. Se le prohibió cuidar de su esposa. Una noche llegó a casa y la encontró muerta.
Después de la muerte de Peggy, Quamina se había acercado mucho a su hijo Jack, quien había crecido y aspiraba a ser un hombre libre por todos los medios necesarios, preparándose para la rebelión. Quamina respetó las ambiciones de Jack al principio, pero pensó que tenía sentido aconsejar a su hijo y a los otros esclavos que no se rebelaran violentamente, sino que atacaran sin violencia. Jack fue escuchado por muchos esclavos, alrededor de 10.000. Los hizo rebelarse contra sus amos. Quamina por amor a su hijo terminó uniéndose a la causa. Se estima que la edad de Jack en el momento de la rebelión era de treinta años. La rebelión había comenzado en la no violencia, como quería Quamina. Los propietarios de las plantaciones y sus familias no murieron ni resultaron heridos sino encarcelados.
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